Por ti, soy capaz.... De Todo.

Mi amor por ti no tiene fin, siempre seré para ti, jamás te lastimaré, te seré fiel, te amo aunque tú no me ames a mi. Por ti soy capaz de todo, nunca te engañaré. Te amaré para toda la eternidad, sin ti no puedo vivir, sin ti mi vida no tiene sentido.
¿Les suena familiar?.

Son las frases que ha diario escucho por la radio, y que muchos de los adolescentes y adultos portan en su teléfono móvil, y que escuchan a diario, a diario llaman a la radio, y dicen... “me puede complacer con una canción”. Y son estas frases las que común mente se escuchan de boca de los enamorados, los cuales sus amadas son como estrellas inalcanzables.

Hola... ¿cómo te va?. Te habla tu amigo. Marco.

¿Te suena familiar todas esas frases?. Esas frases ya están muy plagadas en nuestras vidas, y parece que cada día que pasa ganan más terreno. Canciones que se producen cada año, nuevos talentos, nuevos cantantes producen estas canciones. Y a diario estas canciones se mezclan con nuestras vidas. A diario, más de una princesa suspira con amor, las melodías de estas canciones, anhelan que pronto su Príncipe Azul aparezca de forma mágica y las ame por toda la eternidad.

¿Y nosotros los hombres, qué tenemos a cambio?..... NADA. Vamos con esa tan anhelada chica, y le decimos exactamente lo que el último disco de Maná decía: “Tú eres mi luz, eres mi sol, Tú eres mi Religión”.

Y ¿qué te responde ella?.... “Solo podemos ser amigos”. No te parece que esto es injusto, dijiste exactamente lo que ella pedía, trataste de darle un Príncipe Azul. ¿Qué paso?. Pues que te rechazo.

Pues bien, estas palabras, son ya tan predecibles y por ende aburridas. Las mujeres reciben estas frases casi a diario. Los hombres siempre se acercan para decirles lo mismo, las alaban y les rinden gloria a su tan magnifica belleza.

Ella se siente como una diosa, y ve al pobre súbdito, como a un “amiguito”.

Pero...

¿Porqué es tan malo todo esto?.

Simplemente porque le hace saber que contigo, no hay emoción, no hay excitación, que aborreces el sexo, y que no gustas de las mujeres. Que odias ser hombre, o que al menos no te sientes confiado de serlo. Las mujeres escuchan que eres un pobre hombrecito, que vive a las faldas de una mujer, que no eres capaz de vivir la vida... y por supuesto que es tan aburrido como los demás hombres.

La Diferencia entre Necesitar Sexo y Amar el Sexo.

Las mujeres aman a un hombre que ama el sexo, pero aborrecen a aquel que necesita del sexo. Muchos hombres tratan de conquistar a una chica, por la simple necesidad de demostrar que es un hombre, y que el hecho de obtener sexo, reanima y levanta su fastidiado sexo.

Por en cambio, amar el sexo, es estar cómodo de ser hombre, y disfrutar de una mujer. Las mujeres aman a un hombre que es sexualmente valioso, y aborrecen a aquel, que solo necesita del sexo.

Vamos a hacer un esquema de esta diferencia.

El hombre que necesita del sexo, se caracteriza por:
Necesitar de una mujer, para reafirmar su ego y probarse así mismo que es
hombre, es la clase de tipo que cree ser hombre, por el hecho de tener sexo.

Es un hombre que constantemente está dando alarde de sus hazañas
sexuales, hace alarde de todas las mujeres que están perdidamente enloquecidas
por él.

Este tipo de hombres, necesita el sexo, no disfruta del sexo,
solo ve a la mujer como un objeto que necesita para poder satisfacer sus ansias
de sexo.

Es un hombre descuidado de si mismo, siempre quiere sexo sin
preocuparse si puede ser apetecible o deseable.

O en caso contrario,
sustituye el sexo, o simplemente lo censura. Es decir no se atreve hablar de
sexo y si lo hace, lo hace haciendo alarde de sus dotes en la cama.

El Hombre que Ama el Sexo.
Toma la iniciativa del sexo y habla de ello de forma natural, educada y galante.

Es discreto, aún cuando haya tenido aventuras con otras mujeres, él no
hace alarde de ello, el cuida de la reputación de las mujeres con las cuales se
ha acostado.

El habla del sexo de forma anecdótica, es decir como si
contará algo de su vida, sin necesidad de hacer alarde, solo lo toma como parte
de la conversación.

Tiene al sexo bajo su control, actúa como si ya
gozará del sexo, toma el tema de forma confiada y se preocupa de que una mujer
se abra al sexo, de forma paulatina (lenta), y pueda expresar sus sentimientos y
emociones con respecto al sexo.

Es un hombre valioso, aquel que entiende
a una mujer y su sexualidad, es un buen confidente sexual. Sabe entender y
escuchar.

Se siente valioso y confiado de ser un hombre sexual, y no
teme demostrarlo. Está a gusto con ser hombre.

Querido lector, si tienes la conducta de ser un hombre que necesita del sexo, te puedo decir que es mejor que trates de cambiarlo y mejorarte un poco. Ya que hablar de sexo cumple con tres funciones:

La primera: Es levantar el antojo del sexo, y que una mujer desee hacerlo contigo.

La Segunda: Le das la libertad a ella de que pueda expresarse como una mujer sexual.

La Tercera: Le das la pauta de que eres un hombre valioso sexualmente, y que ella pueda darse la oportunidad de ser tu novia y por supuesto... tener sexo contigo.

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